RESEÑA
HISTÓRICA
Primera
crisis universitaria: 1971-1980
Las
protestas estudiantiles que venían
desde 1968, se extendieron a temas como
la represión académica y el
elevado nivel de exigencia a los estudiantes,
y se agudizaron a raíz del nombramiento
del Decano para la División de Economía
y Ciencias Sociales, hecho que fue rechazado
por los estudiantes, quienes se tomaron
la rectoría el 15 de febrero 1971;
acontecimientos que llevaron a que la policía
se tomara y allanara por primera vez las
instalaciones universitarias, así
como a la expulsión de varios docentes
y estudiantes; años después
la Institución reintegró a
algunos de ellos.
La
situación se agravó hasta
el punto de que el Rector prácticamente
se vio obligado a dimitir de su cargo. Desde
mediados de febrero de 1971, la Universidad
permaneció cerrada hasta que, a raíz
del nombramiento de un nuevo Rector, en
abril de ese mismo año, la Institución
abrió de nuevo sus puertas.
Contrastando
con los hechos anteriores, para 1971 la
ciudad universitaria, que estaba construida
en un 63%, sirvió como villa olímpica
de los deportistas que participaron en los
juegos panamericanos; sus organizadores
construyeron las residencias universitarias
y la cafetería central como retribución.
Este proyecto de construcción hizo
gala de una forma arquitectónica
novedosa, funcional y diferente; fue elaborado
por un grupo de personas pertenecientes
a distintas áreas académicas
que tenía como coordinador general
al arquitecto Jaime Cruz; esta obra fue
considerada Premio Nacional de Arquitectura
1972.
Después
de la crisis universitaria de 1971 las unidades
académicas sufrieron diversas transformaciones,
ejemplo de ello fue la División de
Educación, la cual cambió
su estructura en:
-Departamento de Administración y
Planeación Educativa.
-Departamento de Psicología.
-Departamento de Currículum y Fundamentos
de la Educación.
Hacia
mediados de esta década se creó
el Departamento de Educación Física
y Salud.
El
Departamento de Administración, en
ese entonces dependiente de la División
de Ciencias Sociales Y Económicas,
reestructuró sus programas de Magíster
en un solo Magíster en Administración
Industrial y se hizo cargo de la dirección
del programa Técnico de Administración
de Empresas. Posteriormente el Consejo Directivo
por Resolución 175 de 1973 trasladó
transitoriamente el Departamento de Administración
y los planes de estudio a su cargo, a la
División de Ingeniería. Para
1975 se crea el programa complementario
en Administración, que otorgaba un
título profesional, y en 1978 se
inicia el Plan de Estudios de Contaduría.
Hasta
1975 conservaron el nombre de Divisiones
las distintas áreas académicas;
a partir de este año se volvió
a adoptar el nombre de Facultades.
En
1975 se inicia una época de desarrollo
relevante para la Facultad de Humanidades
(que contaba con el Departamento de Música
en 1971 como plan de licenciatura), con
la creación y puesta en marcha de
nuevos planes de estudio como las Licenciaturas
integradas en Educación. Además
se inicia la discusión en torno a
la creación del plan de estudios
de Comunicación Social y la anexión
de la Escuela de Trabajo Social. Complementando
lo anterior se había creado en 1972
la Revista Lenguaje, como un órgano
de difusión de las investigaciones
lingüísticas. Así mismo
surge el programa de Teatro en el Departamento
de Letras.
Ante
la deserción de profesores por los
bajos salarios, el Consejo Directivo, mediante
la Resolución 076 de 1977, y posteriormente
por la resolución No 115 de septiembre
19 de 1989 (Consejo Superior), reglamentó
la carrera profesoral con base en los méritos
académico-investigativos y académico-administrativos
de los docentes.
En
1976 nace el Centro de Investigaciones Socio
Económicas CIDSE, adscrito a la Facultad
de Ciencias Sociales y Económicas,
cuyo objetivo ha sido desde entonces impulsar
la investigación en los campos de
la Economía y la Sociología;
posteriormente, en 1978, en dicha Facultad
se crea el Programa Académico de
Sociología.
El
Decreto 80 de 1980, que modifica la educación
superior en el país y organiza el
sistema de educación post-secundaria
como un servicio público con una
función social, marca un hito no
sólo en la Universidad, sino en la
educación superior del país,
impulsando la investigación y el
espíritu crítico orientada
a generar conocimientos, a crear y adecuar
tecnologías.
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